Finalmente después de una mala pero breve racha, todo vuelve a serenarse... Alégrense todos no más lapsos de dramas intensos en mí, ahora viene todo lo contrario, esa sensación de paz y felicidad que no sé de donde carajos proviene pero que ya está aquí.

Y es que esos momentos que fueron tan rápidos pero que me mantienen llena de emoción se reducen a un primer beso tan fugaz como el deseo, a un segundo inesperado pero siempre bien recibido y a la espera de un tercero para definir lo indefinido.

No quiero idealizar, no quiero planear que todo suceda como deba de ser.