En la curva de su sonrisa fanfarrona me columpio su mirada con desdén resulta altamente atractiva ese tono de voz, que se torna siempre frÃo constituyen al ser que me a dejado cautiva. Cautiva, a su palabra calculada a la inquietante cercanÃa con su boca me ha dejado desarmada ¡piedad con esta loca! Pido disculpas de antemano por algún futuro acto incoherente le aseguro que...