Alan

by - noviembre 17, 2011

Llego de la nada, pero trajo consigo todo y al decir todo me refiero a esa luz a esa calor que pocas personas pueden brindarte cuando te encuentras sin ganas de vivir.

Me aterraba tu sonrisa ante todo lo bueno y malo de la vida, estabas tan feliz siempre, tan  satisfecho así que decido sacaste de ese viejo closet mis sonrisas, mis ganas incesantes de hablar (que supongo después lamentaste dado que nunca me callaba) y entre largas conversaciones un miedo se hacía presente.

Aturdida me encontraba por haber tomado la iniciativa de un contacto más profundo, tu actitud delataba cierta sorpresa y timidez después de que a plena noche bajo luz de una farola te bese, fue extraño pero gratificante cuando sentí que era correspondido, aunque tal vez no quisiste dejarme como una tonta.

Lo único que se es que me diste acceso a ti, te mostraste tal cual eres, siempre tan tú con ese espíritu tan bohemio que me hace admirarte y quererte mucho,,,  esos ojos vivaces que los gorros que frecuentemente usas solo logran destacarlos más.

Y pues tengo miedo de lo que todo lo que hasta ahora el me ha brindado.

You May Also Like

0 comentarios